Recobrar el sentido a la vida

¿Cómo vivir sin tener una pasión? Una pregunta que varias veces atormentó mi cabeza ¿Por qué?

Obviamente  oía decir que eso daba sentido a la vida, la cual justamente perdió su rumbo cuando Dari murió. En ese tiempo de desatino, mi “objetivo – meta” o como sea que debía llamarlo era sanar, sentirme bien, por lo menos a ratos, que, por supuesto era así, por instantes reía, no dolía, sentía ganas de vivir y en otros, el dolor nostálgico del vacío aparecía.

Esta sensación se fue tornando habitual, ese afán por sanar me salvó en realidad, lo conseguí leyendo, viendo vídeos, escuchando podcast, estudiando, para que cada vez se haga más real alcanzar la sanación.

Creo que fue la pasión por encontrar la manera de sanar lo que lo hizo posible. Hoy siento que esa pasión está dormida. Estaba convencida de que la misma permanecería en mí, con el complemento no menor de querer ayudar a quienes lo necesiten y quieran, por supuesto. Porque eso aprendí también, no todos quieren ayuda, y creo que eso incidió en que me cueste acercarme a la gente para ese cometido, si bien, siempre digo y lo seguiré diciendo, estoy aquí para honrar el compromiso que asumí al momento de adquirir los conocimientos de tanatología.

También creo que confundí pasión con querer expresar lo que siento escribiendo. Si bien, hay días en que se tornan más fáciles que otros a la hora de escribir, no sé si es una verdadera pasión ¿Qué será entonces? O Simplemente es aceptar que no todos lo tenemos, ni lo podemos tener, algo que nos movilice de manera extraordinaria hasta llegar a ciertos objetivos. No sé, antes me preocupaba, me molestaba, incluso me dolía, hoy no… Prefiero disfrutar de mis días felices, de mi bienestar, de mi salud, de poder ayudar, acompañar, si así se presenta la ocasión o simplemente de dejar pasar el tiempo sin pensamientos que puedan perturbar mi paz mental. Con eso me parece suficiente, bienestar, salud, paz y momentos de felicidad.

Mi vida no debía convertirse en una película cuyo formato hollywoodense, pre determinado, que después de un gran dolor, hay una gran redención y por la cual me sería como un instrumento de salvación e inspiración para los demás. Pues NO, no tenía por qué ser así por más de que muchas veces me lo creí, lo confieso hasta con vergüenza,  incluso me decepcioné al no poder ayudar como creía que debía hacerlo. Entendí que solo se puede ayudar, a quién se deja.

Hoy día acepté que esta es la vida que en parte elegí y en otra la que me tocó, y trae consigo situaciones que debo ir sorteándolas, para bien o para mal, como el resto del mundo. NO pasa nada si no tengo esa pasión que da un súper sentido a mi vida. Creo que ese sentido siempre lo tuve, por más de que con la partida de Dari me sentí abandonada por el mismo, lo recobré, porque sí encontré un sentido a esta vida, y no solo por mis afectos, sino por mí, por todo lo que me rodea.

Es por eso que, si a veces solo dejo que pase el tiempo, el cual jamás se detuvo, no pasa nada, igual es parte del destino. Y si tal vez no pude cumplir con las expectativas de las personas que esperaban más de mí pues esto es lo que soy, no me negaré a ayudar y acompañar jamás, solo tal vez no lo pueda hacer como quien lo precise y quiera. Es suficiente pasión y sentido de vida, querer seguir en este plano, en continuar haciendo lo que hacemos, amar a quienes amamos, y estar abiertos a todo lo que pueda presentarse.

A pesar de mi falta de disciplina y constancia, estoy aquí para quienes quieran, yo también estoy aprendiendo a seguir…

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